¿Qué pasaría por tu mente si de la noche a la mañana te enteras de que tienes un marido
guapísimo y una vida que no recuerdas?Porque yo, si soy franca, soy un manojo de nervios con un manuscrito contra mi pecho.Estoy ante un hombre hermoso con signos de llanto que está agachado frente a mí con susrodillas flexionadas y con sus manos en mi regazo. Me observa con tristeza y gran
preocupación.Solo he visto la faceta fría y calculadora de Matt, y hoy, ante mí, tengo a un hombrevulnerable con una desesperación que me ablanda el corazón.—Dime, por favor, que me crees, Amy —me suplica en un susurro.No soy capaz de decir nada. Lloro asustada con toda esta situación abrumadora.—Sí. Debo ir a trabajar —logro excusarme en voz baja.Cierra los ojos con gran pesar y asiente con la cabeza.Me levanto de la silla con la intención de salir del despacho. Necesito espacio. No puedodejar de llorar.¿Por qué fueron tan crueles los dioses como para