"Flecha" me había escrito un poemita muy bonito que me estremeció sobremanera y me hizo suspirar. De repente, al leerlo, me sentí en las nubes, me convertí en una princesa de cuento de hadas y me imaginé flotando en una nube de algodón. Me excitó mucho y se encendieron, de repente, los fuegos de mis entrañas. Lo había colgado en el portal de poesías y todos los internautas lo aplaudieron y elogiaron emocionados y efusivos, dándole muchas loas por lo emotivo y romántico que era mi admirador secreto. Estaba muy bonito, romántico, dulce, en realidad, y había escrito en mayúsculas, "con mucho cariño para Andi". Se llamaba "La mujer de mi vida".
-Eres tú la mujer
que me hace vivir
porque es tu risa y tu ardiente
amor, los que me hacen feliz.
Son tus besos, mi medicina,
tu risa es mi inspiración
y tus caricias
la cuerda que necesita el reloj de mi corazón.
Soy dichoso atado a tus brazos
y tienen tus ojos
la luz que guía mis pasos
donde quiera que voy.
Eres tú la mujer