Ante la sorprendente revelación de An, no pude contener mi asombro:
-¡Oh, por Dios!- exclamé-Espera, ¿estás seguro de lo que estás diciendo?
An prosiguió con su relato, aun visiblemente afectado por la noticia.
-El conserje me comentó que Mica salía apresuradamente durante varios días, luciendo pálida y con ojeras. Hace dos días, escuchó a Misha reprenderla por algo que parecía no debería hacer en su estado.
Tratando de comprender la situación, pregunté.
-Pero eso no significa necesariamente nada. ¿Qué estaba haciendo Mica exactamente para que Misha la regañara?
Exaltado, An insistió en continuar.
-¡Déjame terminar!- gritó moviendo sus brazos en el aire- Mica le respondió a Misha que era su primer antojo de embarazada.
Asimilando la seriedad de la situación, expresé mi preocupación:
-¡Vaya! ¿Y ahora qué piensas hacer al respecto?- pregunté inseguro.
Con un gesto cargado de frustración, An confesó.
-No lo sé. Parece que ella planea marcharse del país sin decirme nada sobre esto, lleván