Al ver que su madre estaba deseando ir con ella, Claire dijo rápidamente: “No, mamá, vamos a Tokio porque Loreen consiguió entradas para un concierto y nos invitó a Charlie y a mí”.
“Conciertos…”, murmuró Elaine, un poco decepcionada. “Uf, no soporto esas cosas. Todo ese ruido siempre me da dolor de cabeza…”.
Aun así, como nunca se desanimaba, se recuperó rápidamente y preguntó: “Bueno, ¿qué te parece esto, Claire? Voy contigo, pero solo vamos de compras cuando tengamos tiempo. Y mientras vas al concierto, te espero en el hotel”.
Entonces, agrandó los ojos al recordar: “Ah, eso me recuerda... si Loreen va contigo, tendrá que quedarse sola en una habitación, ¿no? Entonces, ¿por qué no comparto habitación con ella y tú te quedas con Charlie? ¡Nos ahorraríamos el alojamiento!”.
Claire suspiró con cansancio. “Por favor, mamá. Loreen organizó el viaje, no yo. ¿Qué pensaría si te llevara? Y es normal que la gente quiera una habitación entera cuando viaja hoy en día. Simplemente es incómo