Charlie se rio entre dientes mientras preguntaba: “¿Sigues con ganas de volver a la Asociación de Caligrafía y Pintura?”.
“¡Sí! ¿Por qué no?”, resopló Jacob sin darse cuenta. “Lo he estado pensando en estos últimos días, pero ya lo he decidido. Es como dicen… ¿por qué nos caemos? ¡Para aprender a levantarnos! Ya me han humillado demasiado, así que a estas alturas, nada puede hacerme daño”.
Charlie asintió. “Intentaré preguntar”.
“Bueno, tienes que darte prisa, como te dije”, le dijo Jacob enseguida. “No esperes a que lo asciendan…”.
“¿Ascendido?”. Charlie se rio. “No creo que eso vaya a pasar con su forma de ser. Quién sabe, quizás se quede en la Asociación de Caligrafía y Pintura para siempre”.
Jacob no tenía idea de que Charlie ya había mandado a Don Albert a contactar a algunos antiguos contactos de Isaac Cameron para cerrar de raíz cualquier opción de ascenso para Kenny Bay.
¿Él quería echar a Jacob y ascender por su cuenta? ¡Charlie lo ataría a la Asociación de Caligrafía y