Julien sacudió la cabeza y preguntó con cautela: “¿A Jordan Fox le gusta su nieta?”.
Charlie sonrió, sacudiendo la cabeza. “¿Y a tu padre no le agradas como su primogénito? La admiración no garantiza la herencia. Y si hablamos de amor… ¿acaso no es un gesto de amor haberte proporcionado dinero ilimitado y una vida de privilegios que solo disfruta el uno por ciento más rico del mundo?”.
Julien también notó la falla en su lógica. “Entonces, ¿sabe acaso por qué, Amo Wade?”.
Charlie asintió. “Jordan cedió su puesto a Kathleen porque esa fue la condición que le propuse a cambio de prolongar su vida. Sin sucesión, no hay píldoras… sin importar cuánto estuviera dispuesto a pagarme por ellas”.
Entonces, Charlie miró a Julien directamente a los ojos y continuó solemnemente: “Si llega el día en que te considero más confiable, te elegiré como único intermediario para las píldoras de tu padre. Piénsalo… si llega el día en que seas la única persona de la que tu padre pueda obtener sus píldoras,