Julien había tomado una decisión… Charlie ya lo había arrastrado a esto, y desde luego no se quedaría como un esclavo que lamentaba su destino a diario.
Se había embarcado en el barco de Charlie, y el barco había zarpado… solo tenía que idear un plan para poder permanecer en él sin problemas.
Después de todo, sus posibilidades de convertirse en la próxima cabeza de los Rothschild, o hasta cuánto tiempo viviría, dependían enteramente de la decisión de Charlie.
Si Charlie no lo quería como cabeza, solo tenía que pedirle a Helena que fuera su agente y le vendiera unas píldoras al viejo Harrison, y Julien se vería obligado a seguir siendo el heredero forzoso de su imperio hasta su muerte.
Y ya que la decisión estaba tomada, primero debía demostrar sinceridad invirtiendo en la Colina Aurous… era la forma ideal de atraer capital y recursos humanos.
Tras la declaración de posición de Julien, Charlie sonrió. “La Colina Aurous es una tierra de riqueza y prosperidad. Como local, espero con