Ottawa, la capital de Canadá.
Ya era de mañana. Mientras conversaba con Helena, Charlie siguió revisando su teléfono, anticipando la noticia del regreso de la Torre del Tesoro de Cuatro Lados a Oskia.
Sin embargo, la llamada telefónica de Vera llegó antes de la noticia.
Charlie le dijo a Helena: “Necesito atender esto”.
“Está bien”. Helena asintió suavemente. “Te prepararé un poco de té”.
Al decir eso, se puso de pie y salió de la habitación.
Charlie contestó la llamada y preguntó con curiosidad y una sonrisa: “Señorita Lavor, todavía es muy temprano en la mañana. ¿A qué se debe la ocasión?”.
Vera se rio entre dientes y dijo con una voz delicada: “Pero señor, ya es de noche aquí”.
“Oh”. Charlie también se rio entre dientes. “Olvidé la diferencia horaria”.
Vera sonrió y preguntó: “Necesito actualizarte con algunas noticias. Me pregunto si te es conveniente”.
“¡Sí, por supuesto!”, respondió Charlie. “Adelante”.
Vera comenzó: “Escuché que la Agencia de Seguridad Nacional está u