Con la muerte de Percival las cosas se habían vuelto mucho más ligeras y ese miedo de Elyan porque descubriera que había regresado a la vida de sus hijas se disipó.
Aunque lloró a su padre muchísimo, al día siguiente comenzó a tomar control de absolutamente todo, pero dejó en libertad de acción a Luna y Beverly, quienes no dudaron en regresar a Seattle.
Luego de un día bastante intenso, en donde tuvieron que arreglar algunas cosas que quedaron pendientes y otros imprevistos que se dieron porque ellas no estaban allí, Luna llega a casa y sólo quiere meterse a la cama para dormir mucho.
Jack no pasó por ella porque también debe ponerse al día con los asuntos que salieron mientras la acompañaba en sus asuntos. Se va a la cocina con el táper con comida que se ha traído del restaurante, porque sabe que sería tonto llegar a cocinar luego de pasarse el día así.
Lo mete en el microondas, coloca platos y cubiertos y se queda mirando el jardín unos minutos. Cuando el aparato termina de hacer lo