―Lo dices cómo si lo conocieras perfectamente ―se burló la princesa.
―Es porque lo hago. Nade conoce a Brion mejor que yo, hemos estado juntos desde niños, lo cuál fue mucho antes de que me eligieran cómo su prometida.
Daliah rio bajo, se acomodó el cabello y la miró.
―Siendo sincera estoy muy impresionado por este teatro y por lo lejos que estás dispuesta a llegar, convenciéndote a ti misma de que lo que deseas es estar con Brion.
―Brion y yo…
―Brion y tú no estás destinados a estar juntos ―no le dejó terminar esa frase tan ridícula. No eran niñas para andar creyendo en cuentos de hadas, y en la vida real ellas pertenecen a la nobleza, pero la diferencia es que son los monstruos de la historia―. Brion está en contra de nosotros y hará lo que sea necesario para conseguir la corona. ¿Mi recomendación? Es que tomes la poca dignidad que aún te queda y regreses a tu hogar, porque acá ya no tienes lugar.
―Yo jamás abandonaría a tu hermano ―reafirmó sin una pizca de duda, no podía darse por