Ninguno era capaz de retirar la mirada de las ventanillas del jet.
Para Jeremy y Patrice la vista era simplemente hermosa, las ciudades, los campos verdes, los bosques frondosos, las playas de aguas cristalinas y las montañas de picos blancos. Mientras que para Brion se trataba del lugar donde más sufrió, el lugar donde perdió a sus padres y donde estuvo condenado.
—Bienvenido de vuelta, Brion… —dijo Malik con un tono suave y Soren lo miró—. ¿Estás listo para enfrentar tu pasado?
—Pasé más de seis años luchando en las sombras contra ellos, luchando contra lo que me hicieron y siempre me pregunté cómo sería volver para la última pelea… Y acá estoy, volviendo por mi propia voluntad ante mis verdugos.
—Hay una diferencia con eso —objetó Jeremy—. No vas a hacerlo solo. Por eso vinimos contigo para lugar contra tus demonios, ¿no?
—Se los agradezco, pero comienzo a pensar que tal vez no fue la mejor idea…
—Tú te enfrentaste a tu familia por años en soledad, y no importa cuan peligrosos sean