Mira de nuevo el teléfono, cada número para ver si se había equivocado en alguno pero no, ese era el número de Felipe, ya había pasado una semana y las únicas veces que lograba conectar la llamada siempre contestaba una mujer, con la misma que ahí no había ningún Felipe; Isabella no entendía que estaba pasando, Sandra le había dicho que no se había encontrado a Felipe por ningún lado, dejaría todo para ir a buscarlo, porque algo muy grave le estaba pensando, marcó por última vez si no iría a Madrid a buscarlo, comenzó a sonar no duró mucho cuando se escuchó que contestaron;
-Felipe, ¿amor?- pregunto con cautela esperando al fin escuchar su voz
-Que no entiendes Felipe nunca te quiso solo fuiste su juguete además no te puede atender tu amor, se está bañando después de estar conmigo de