Amaia Domínguez García
León, Guanajuato, México
Claro, esa era lo más probable que hiciera en una fiesta que no me gustaba, porque no era de asistir a muchas fiestas, podría decir que a ninguna, esta porque era algo especial por parte de papá y porque Prudencia no iba a ir.
–Cierto, debí pensarlo antes. Pero ya que estamos solos, ¿Me podrías dar un besito? – Le pidió Ale a Axel – Está noche, estás más guapo que nunca Axel, no seas tímido dale un beso a tu socia, además nadie se tiene por qué enterar, que sea un secreto entre tú y yo.
No podía creer que mi hermana se atreviera a tanto, sé que se le escuchaba un tanto tomada y creo que eso le había dado el valor para lo que estaba diciéndole, por más que lo pensaba no me lo podía creer.
–Ale, ya has tomado demasiado alcohol – Axel le paró el alto – Mejor ve a buscar a Amaia y yo iré a ver a Mauricio, dices que nos busca a Amaia y a mí.
–Siempre hay tiempo, el tiempo justo y necesario para un beso ¿No te gusto Axel? – Ale le preguntó en