Capítulo 38 – Tú me proteges
Brenda:
Escuchar salir esas palabras de la boca de Mateo hicieron impacto en mi corazón, él era
amable, dulce y me hacía sentir un placer cuando me tocaba que no podría describirlo, pero
el fantasma de Izan me perseguía, ¿por qué la vida me castigaba de ésta manera?, con mi
esposo tenía algo especial, algo que con su hermano no tendría jamás, ¿por qué carajos
seguía pensando en él entonces? Izan había sido cruel conmigo, hasta había abusado de
mí, no con violencia, pero abusado al fin, sin embargo no lo podía sacar de mi mente
‒ ¿En qué piensas mi amor? – me había preguntado Mateo
‒ En que ya solo queda hoy y mañana para que regresemos – era más que obvio que
no le iba a decir que pensaba en su hermano y que aún se estremecía mi cuerpo al
hacerlo
‒ Sin duda no quieres hacerlo, pues estos últimos dos días has estado algo ausente
y tensa
‒ Mateo – y me senté en su regazo pasando mis brazos por su cuello para abrazarlo
– son muchos cambios de golpe, trata de