CAPÍTULO 63. El fuego que nunca se apaga.
Capítulo 63
El fuego que nunca se apagó.
El murmullo en la sala de conferencias se disipó en cuanto Alessia tomó el micrófono. Vestida con un elegante traje blanco que irradiaba seguridad, su presencia dominaba la habitación.
La enorme pantalla detrás de ella mostraba los avances de su último proyecto, y la audiencia—compuesta por empresarios, inversionistas y periodistas—escuchaba atentamente cada palabra.
—Y con esta nueva iniciativa, esperamos mejorar la sostenibilidad y eficiencia en la producción. —Su voz era firme, profesional, sin rastros de la tormenta interna que la había mantenido despierta la noche anterior.
Pero justo cuando se preparaba para pasar a la siguiente diapositiva, la puerta de la sala de juntas se abrió de golpe.
El sonido interrumpió su discurso, y todos los asistentes giraron la cabeza, expectantes.
Y entonces lo vio.
Leonard.
Alessia sintió que el aire se volvía espeso en su garganta. Allí estaba él, de pie en el umbral, irradiando poder con su