CAPÍTULO 34. Decisiones que duelen
Capítulo 34
Decisiones que duelen.
Las lágrimas de Alessia seguían cayendo en cascada por sus mejillas, mientras que Leonard buscaba la manera de causarle más sufrimiento.
La despreciaba, y no solo por embarazarse de otro hombre, sino por mentirle a la cara tan descaradamente después de todas las oportunidades que tuvo para decirle la verdad, para ser leal a él, como él lo había sido con ella.
—No me importa cuanto te opongas a esto —afirmó Alessia entre sollozos—. Voy a insistir tanto que no te quedará más que firmar el maldito documento y dejarme ir.
—¿Eso es lo que crees? —bufó—. Si tu propósito es perder el tiempo entonces hazlo.
Alessia apretó sus diente tanto como pudo, hasta escucharlos rechinar, teniendo la necesidad de soltar las palabras que se quedaban atascadas una a una en su garganta. Ni siquiera sabía que decir, pero seguramente sería una mezcla de reclamos y groserías.
—Eres un imbécil —comentó con su voz baja y firme, a centímetros de su boca—. No mereces que te sig