CAPÍTULO 124. Persecución silenciosa.
Capítulo 124
Persecución silenciosa.
La brisa caliente de Puerto España golpeó el rostro de Carlos apenas bajó del avión privado. Sus gafas oscuras no lograban ocultar el ceño fruncido, ni la tensión que lo acompañaba desde hacía horas. Llevaba tres días sin recibir noticias de Iván ni de Alessia, y para un hombre como él, acostumbrado al control absoluto, esa ausencia era una señal clara de que algo andaba mal.
—Tenemos que movernos rápido —ordenó, ajustando el auricular en su oído mientras caminaba hacia el convoy de camionetas negras que lo esperaba—. Quiero una línea directa con el hotel donde se hospedaban. Javier, tú vienes conmigo. Los demás, estén atentos. No confíen en nadie.
Javier, un detective privado de mirada astuta y hablar pausado, asintió en silencio. Vestía con sencillez, pero su andar tenía la agilidad y la seguridad de quien ha perseguido más de un fantasma en su vida.
El vehículo se deslizó por las calles de la ciudad entre el tráfico bullicioso, con sus edificios