CAPÍTULO 119. Una promesa desgarradora.
Capítulo 119
Una promesa desgarradora.
La humedad de Trinidad se les pegó a la piel como una segunda capa en cuanto Alessia e Iván salieron del aeropuerto.
El sol descendía con lentitud, tiñendo el cielo de un naranja profundo que contrastaba con los techos de zinc y los carteles coloridos que anunciaban restaurantes y taxis.
Un hombre de mediana edad con gafas oscuras y una gorra los recibió sosteniendo un cartel con el nombre de Iván. El vehículo era un sedán blanco con el aire acondicionado a tope, una bendición tras las horas de vuelo.
—Hotel Blue Reef —confirmó Iván al conductor, antes de mirar a Alessia—. ¿Estás bien?
Ella asintió, pero su rostro estaba pálido. Había dormido un poco en el avión, pero la ansiedad no daba tregua. Observó por la ventana mientras los edificios pasaban como escenas de un sueño distante.
Detrás de ellos, a una distancia calculada, otro taxi avanzaba con velocidad moderada. En el asiento trasero, Anthony observaba con atención el vehículo de sus objet