CAPÍTULO 146. Una sospecha silenciosa.
Capítulo 146
La sospecha silenciosa.
El cielo estaba despejado aquella tarde en la villa de los Davis. El sol dorado caía sobre las losas que rodeaban la piscina, haciendo brillar el agua turquesa con destellos casi hipnóticos.
Don Ricardo se pasó un pañuelo por la frente mientras avanzaba con paso lento, apoyado en su bastón. A pesar del calor, había preferido salir. Necesitaba aire… y silencio.
Dentro de la casa, Alana estaba organizando la cena con los empleados y últimamente, cada vez que intentaba tener una conversación privada por teléfono, ella aparecía sin previo aviso, con alguna excusa.
Por eso se dirigió a la piscina. La zona trasera estaba desierta. Desde allí podía ver parte del jardín y el muro cubierto de bugambilias violetas. Se sentó en una de las sillas reclinables, dejó su bastón al lado y sacó su celular.
Marcó.
—¿Papá? —respondió Alessia al segundo timbre.
—Hija… necesitaba hablar contigo —dijo don Ricardo, bajando el tono de voz, mientras lanzaba una mirada ráp