Megan hablaba por teléfono con su hermana, hacía mucho tiempo que no la llamaba y se sintió muy culpable, pues toda su familia estaba muy preocupada.
Sin embargo, todas las buenas noticias que les dio Megan, les hicieron olvidar a su familia los reproches por no llamar.
Con gran emoción, Megan les contó que se había encontrado con el padre de April y aunque fue muy difícil de explicar la situación y casi que no le creen lo sucedido, su familia celebró el feliz giró que su vida había dado.
— ¡Albert Collins! ¡El heredero más cotizado del país! ¡Es que todavía no me lo creo, cuánta suerte tienes! — Voceo Melanie, su hermana.
— No tienes ni idea… — Suspiró Megan. — Pero no por el apellido, ni el dinero, Albert es… Es… Él es increíble, todo lo que soñé, un caballero, amable, amoroso, honesto…
— Wow… Lo amas, se nota… — Afirmó su hermana.
— Mucho…
— ¿Y April?, debe estar muy feliz de haber encontrado a su padre…
— Es… Es complicado… — Musitó Megan pensativa. — Ella está confundida,