LYRA
No sé dónde estoy ni qué me sucedió.
Mi cuerpo se siente como licuado, desmembrado y vuelto a coser de mala manera.
Un gemido doloroso sale de los labios de alguien. Creo… creo que soy yo misma.
Mis largas pestañas parpadean con cansancio, solo quiero quedarme dormida para siempre. Recuerdos vagos inundan mi mente.
—Aahh… —gimo de nuevo al intentar mover la pierna derecha y una punzada excruciante recorre mi cuerpo.
Mis ojos se abren y se cierran con molestia; la luz repentina me apuñala las retinas.
"¿Aztoria?" llamo a mi loba y comienzo a entrar en pánico al no sentirla.
No tengo muy claro si está débil o si es algo peor.
Tomo la autonomía de mi cuerpo y me voy incorporando lentamente. Estoy herida por todas partes y sin sanar muy bien.
Mis poderes están restringidos. Flashes aparecen en mi cerebro embotado.
Estaba con mis hermanos, con… con Lavinia. Sí, sí… y también con Vicky.
El rostro de Laziel gritándome que me aferrara a su mano asalta mi cabeza.
Me incorporo