95. ENCUENTRO ENTRE HERMANOS
NARRADORA
«Su propio compañero Alfa la olió con desagrado, todos dieron un paso atrás, mirándola como si ya no formara parte de su grupo.
Expulsada, la loba se refugió en otra parte de la impenetrable jungla para dar vida a sus cachorros.
Lyra la escuchaba gimotear, con un dolor extremo; sangre profusa salía de sus patas traseras manchando el blanco pelaje.
No salió una camada. Todo ese esfuerzo fue para dar a luz a solo un cachorro.
Fue increíble: ese lobezno, al dejar el cuerpo materno, comenzó a cambiar de forma y se convirtió en un bebé humano.
Llorando desconsolado, hasta que las lamidas cálidas de su mamá limpiaron su cuerpecito.
Esa pobre loba no sobrevivió al parto y dejó en medio de la nada, del peligro, a un cachorro de hombre lobo.
¿Cómo podía ser, si ella era una loba salvaje?… ¿el poder que absorbió convirtió a su cachorro en un hombre lobo?
A Lyra no le quedaron dudas: ese bebé que no fue comido por ningún depredador y que encontró el curandero de Valle Fértil, era su ma