303. ME FASCINA HANNAH
HANNAH
Su mano se cerró con dominación en mi nuca y la otra subía por mi muslo, pasando las garras por encima de la tela del pantalón.
—Creo que ambos sabemos que, si meto un dedo dentro de tu braga, vas a estar empapada bebé… puedo escuchar los sonidos pervertidos y mojados de tu coño desde aquí…
—Mmn —un gemido traicionero escapó de mis labios al sentir su lengua lamer mi clavícula lentamente, saboreando mi sudor, empujándome con su enorme cuerpo hacia el suelo.
Mis dedos se hundían en su cabello rojo oscuro y el corazón me latía desbocado.
No, no, esto va demasiado rápido.
Me siento rara, algo extraño le pasa a mi cuerpo, mi mente está confundida y mi pecho duele demasiado.
Y cuando me hizo una pregunta inesperada… terminé por despertarme.
—Sshhh… hermosa hembra… ¿Dónde está tu loba, mi pequeña Hannah?
Mis ojos se abrieron para ver el techo blanco de la cueva.
Estaba a punto de caer sobre el suelo con ese enorme lycan montado sobre mí.
Lo empujé de golpe, tomándolo por sorpresa, y