191. EN EL MUNDO SUBTERRÁNEO
VICTORIA
Atrás quedó el peligro y avanzábamos hacia un sitio desconocido.
“Rousse, atento a cualquier trampa”.
Le susurré en su mente, estrechando mis pupilas en la oscuridad.
Aún estaban por verse las intenciones de este buen samaritano.
El túnel serpenteó y se dividió en una red que iba a otros sitios desconocidos.
Al fin, la brisa abanicó un poco el olor mohoso de las paredes, y el vampiro frente a mí saltó hacia una salida.
—Ven, te ayudo —me volvió a extender la mano para ayudarme a dejar el túnel en las alturas.
Lo miré por un segundo a sus ojos rojizos.
Era un hombre muy apuesto, a pesar de los ángulos demasiado afilados por su delgadez.
Estiré la mano y me ayudó a bajar.
El impulso me hizo caer sobre su pecho, rozándonos sin querer.
Fue solo un instante, pero lo sentí olfateándome el cabello.
El olor de la sangre que rugía por sus venas también se filtró en mis sentidos y tenía que reconocer que era muy de mi agrado.
—Gracias —me aparté un poco y miré hacia atrás, viendo a mi