127. LA DESPEDIDA
QUINN
— Celine, ¿de verdad quieres hacer esta misión tan peligrosa sola? – le hablaba a través de la puerta del baño, mientras ella se preparaba para partir
— Sé que es importante, pero quizás a través de la magia puedan localizar a Beof.
— Hermano – salió de repente ya vestida y con el cabello oscuro recogido en una alta trenza, que caía por su espalda.
— Hemos luchado toda nuestra vida por encajar en un sitio, al menos yo, y te he arrastrado conmigo, haciéndote sentir también como un paria. Tú ya encontraste a tu mate y yo debo seguir buscando mi camino.
Subió la mano y la puso sobre mi hombro, mirándome con esa valentía innata en sus huesos.
— No importa lo que diga, no vas a ceder, ¿cierto? – suspiro tomándola por las mejillas y pellizcándoselas.
— De bebé eras tan linda y siempre me perseguías como una colita, ¿en qué momento perdí a mi obediente Celine?
Bufa haciéndose la enojada, sus orejas rojas delatan lo mal que sabe disimular cuando la elogian.
— Quédate aquí tranquilo c