Unos días después, Rosalie se despertó con el teléfono sonando repetidamente. Ella sentía todo su cuerpo dolorido, ella no había conseguido dormir bien la noche, y acabó tomando un poco de vino. Cuando ella contestó la llamada, su voz estaba grave y ronca.
- Hola?
Ella sentía un sabor amargo en su boca.
La voz de Leonor al otro lado de la línea era urgente.
- Sra. Valois, debe venir a la empresa inmediatamente.
Rosalie se sentó inmediatamente en la cama, sintiendo todo su cuerpo estar en alerta.
- ¿Qué pasa, Leonor?
- Señora, venga a la empresa inmediatamente.
La línea quedó muda y Rosalie se levantó de inmediato.
Se arregló rápidamente y se fue a la empresa.
Cuando Rosalie entró en su oficina, Leonor entró entonces varios teléfonos estaban sonando.
Ella miró a su asistente y le preguntó:
- ¿Qué pasa, Leonor?
— Señora, el Grupo Lecomte ha atacado el Grupo Empire. Han empezado a cerrar acuerdos absurdos con varios de nuestros clientes. Sus precios son tan baratos que es i