El rostro de Mariana cambió de expresión.
Daniela la miró de arriba abajo.
—Hace tres años Mauro te dejó, pero nunca has podido olvidarlo. Es comprensible: en estos tres años, Mauro ha ganado mucho poder. ¿Quién podría ser mejor opción que él? Pero él ya no te quiere. Esta noche te has arreglado tanto para seducirlo. Todas esas modelos vestidas de conejitas a su alrededor te hacen sentir amenazada, ¿verdad?
El rostro de Mariana cambió por completo. No esperaba que Daniela supiera tanto.
Daniela sonrió con desprecio.
—Yo no me meto con ustedes, así que no se metan conmigo. No tengo ningún interés en sus dramas. Si quieren burlarse de mí, me aseguraré de que sean ustedes las que queden en ridículo.
Mariana estaba furiosa. Siempre había sentido hostilidad hacia Daniela, que provenía de buena familia, tenía mejor posición social y era más guapa que ella. Lo peor de todo era que, a pesar de que Mauro había estado con muchas mujeres estos tres años, en el fondo seguía prefiriendo a Daniela.