Héctor también calmó sus emociones y dijo con serenidad:
—Sí, ya están listos.
Héctor extendió la mano y su mayordomo personal le entregó el sobre sellado con los resultados de la prueba de ADN.
Nadia se levantó rápidamente, mirando el sobre con nerviosismo.
—¿Luciana es realmente nuestra hija?
Su impresión de Luciana no era buena. Siempre se dice que las madres e hijas están conectadas por el corazón. Ella amaba tanto a su hija, pero cuando vio a Luciana no sintió ningún apego. Era una sensación muy extraña.
Sospechaba firmemente que Luciana no era su hija biológica con Héctor.
—Los resultados acaban de llegar —dijo Héctor—. Como estabas tan ansiosa, los traje directamente sin verlos.
En lo que respectaba a su hija, Héctor entendía bien a Nadia. Años atrás, Nadia casi había perdido la vida dando a luz a su hija. Ninguno de los dos bromearía con algo tan serio.
—Entonces no esperemos más. Abre ese sobre de una vez. Quiero ver los resultados —urgió Nadia.
Héctor asintió.
—Bien.
Héctor c