Sara quedó completamente sorprendida:
—Luis, ¿qué clase de película es esta?
Luis no sabía qué decir. Era cierto que le había pedido a su asistente que escogiera una película romántica, pero seguramente el asistente se había tomado sus libertades y había elegido este tipo de película.
Luis respondió:
—Esto no tiene nada que ver conmigo, ¡la eligió mi asistente!
Sara lo miró de reojo:
—¡Como si fuera a creerte!
Luis realmente sentía que lo estaban malinterpretando. Quería seguir explicándose:
—¡De verdad no fui yo quien la eligió!
Sara seguía mirando la película:
—¿Por qué te apresuras tanto a explicarte? ¡Ni siquiera te estoy culpando! ¡Veámosla juntos!
Luis notó que ella seguía concentrada en la película, con los ojos brillantes, como si fuera su primera vez, con curiosidad e interés, viéndose muy inocente.
Sara preguntó:
—¿Cómo se llama el protagonista?
Luis contestó:
—No lo sé, ¿para qué lo preguntas?
Sara dijo:
—Solo pregunto, ¡me parece bastante guapo!
La mirada de Luis se oscurec