Luis preguntó con total calma:
—¿Y entonces qué? Te atacaron, ¿eso qué tiene que ver conmigo?
"¡Qué tiene que ver conmigo!"
Esas palabras dejaron a Iris completamente paralizada, su cara perdió todo el color de golpe.
Wendy no podía creerlo, lo miró fijamente.
—Señor Rodríguez, ¿qué le pasa? Iris es su mujer, ¡que alguien la golpee a ella es como si le faltara respeto a usted!
Luis clavó la mirada en Iris.
—¿Eres mi mujer? ¿Le dijiste eso a ella?
—Pues...
—Iris, ¿qué pasa realmente entre el señor Rodríguez y tú? ¿Por qué no quiere admitir lo que tienen?
Iris se sintió humillada. La verdad era que en el reservado Luis y ella casi ni habían cruzado palabra, y además Luis había dejado bien claro que estaba casado.
Había sido ella quien por presumida y por quedar bien, le había contado a Wendy, haciendo que todo el bar creyera que era la mujer de Luis para subir su propio valor.
—¡Habla de una vez! ¿Por qué te quedaste callada? ¿Eres mi mujer? ¿Acaso te he puesto un dedo encima?
Iris sinti