En ese momento, Nicolás estaba en la oficina del presidente revisando documentos. Al ver el mensaje, respondió inmediatamente:
—Trabajando, ¿y tú?
—Estoy en la escuela. Quiero pedirte un favor.
—Dime.
—¿Puedes investigar a esos matones que una vez trataron de violar a Susana?
—Te avisaré cuando tenga información.
Con esa respuesta de Nicolás, Daniela supo que estaba asegurado. Él siempre era decidido y eficiente, seguramente tendría noticias pronto.
Ding.
Llegó otro mensaje de WhatsApp de Nicolás:
—Amor, ¿tienes algún problema?
Daniela sonrió ligeramente:
—Gracias por preocuparte, estoy bien.
—Si tú estás bien, yo estoy bien.
Daniela sintió que todas las nubes oscuras en su corazón se desvanecieron y su estado de ánimo mejoró.
Sacó sus pinceles y continuó con su diseño.
Pronto llegó el mediodía, era hora de ir al comedor. Daniela se levantó y fue al comedor.
Tan pronto como entró al comedor, Daniela vio dos figuras familiares: Susana y Margot.
Susana le había dicho a Margot que descans