Mauro levantó el cuchillo y se dirigió directamente hacia el vientre de Daniela.

Jessica sonrió felizmente. Finalmente veía esta escena: Daniela y el bastardo en su vientre desaparecían ante sus ojos.

El cuchillo en la mano de Mauro se dirigía hacia Daniela. Justo en ese momento crítico, de repente voló una piedra que golpeó directamente la mano de Mauro.

—¡Ah!

Mauro sintió dolor y el cuchillo se le cayó inmediatamente al suelo.

¿Qué había pasado?

Mauro y Jessica voltearon al mismo tiempo y vieron que la puerta de la bodega fue pateada y un grupo de policías entró corriendo.

—¡Levanten las manos! ¡No se muevan!

¡Había llegado la policía! ¡La policía realmente había llegado!

Este cambio súbito dejó a Mauro y Jessica aterrados, pero los dos aún querían resistirse. Mauro gritó:

—¡Vengan! ¿Dónde están? ¿Dónde está mi gente?

Los guardaespaldas de negro ya habían sido derribados al suelo.

—¡Señor, estamos aquí! ¡Ya nos rodearon!

¿Qué?

¿Ya los habían rodeado?

¿Cómo podía ser?

Hoy era todo lo