Pero falló; la persona se giró ágilmente, atrapando su muñeca. Una voz fría habló: —¿Qué haces?
"Clang", la aguja cayó al suelo. Ella quedó inmóvil, era Mateo.
—¿Qué estás haciendo aquí?
La soltó y recorrió la habitación con los ojos, deteniéndose en la cama. —¿Quién es él?
Mateo la había seguido cuando vio a ese hombre escabullirse tras ella.
Valentina iba a responder, pero escucharon pasos acercándose; era claro: alguien venía a ver la escena que había preparado Catalina.
Con rapidez, jaló a Mateo tras las cortinas.
—Tú...
La puerta se abrió y alguien entró. Ella le cubrió la boca: —¡Silencio!
...
En el salón, la familia principal; Ángel, Catalina y la abuela, charlaban animadamente con los empresarios. Mientras Fabio y Renata los observaban marginados, con profunda envidia.
—Nuestra Dana supera a Luciana en todo, pero ella sabe cómo seducir a los hombres. Mira lo presumida que está Catalina —se quejó Renata con amargura.
—Paciencia, nuestra Dana encontrará alguien tan bueno como el