Capítulo 206
Pero no podía dormir. Pronto, volvieron a sonar golpes en la puerta. Alguien más había llegado.

¿Quién sería esta vez?

Valentina abrió la puerta de la habitación y encontró a Fernando, que había venido apresuradamente. —Señora.

Valentina salió. —Fernando, ¿qué haces aquí?

Fernando lucía preocupado. —Señora, el presidente fue drogado en la casa de los Méndez. Por favor, vaya a verlo a Altabruma.

—¿No te pidió que le buscaras una mujer? No iré. —Dijo, intentando volver a la habitación.

—¡Señora! —Fernando la detuvo. —Lo que dijo el presidente fue por rabia, lo dijo a propósito para que usted lo escuchara. ¿No se dio cuenta?

La mano de Valentina se detuvo en el picaporte.

—Señora, aquel día en la villa, Luis recibió una puñalada por usted, pero no puede ver solo eso e ignorar la mano herida del presidente.

Valentina se giró lentamente y miró a Fernando. —¿Qué tiene que ver su mano conmigo?

Fernando sacó su teléfono y le mostró el video de vigilancia de aquel día. —Señora, véalo usted mism
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