Margot lo hizo a propósito.
Sin importar cómo se pavoneara frente a Nicolás, él simplemente la trataba como si fuera aire, así que solo le quedaba crear contacto físico íntimo.
Con ese rostro joven y puro que tenía ahora, y esa figura ardiente con curvas en todos los lugares correctos, no creía que Nicolás pudiera resistirse a su encanto. Después de todo, en el pasado había logrado conquistar a Mauro con facilidad.
Margot soltó un "¡Ah!" y se dejó caer hacia el suelo —esperaba los brazos fuertes y el abrazo protector de Nicolás.
Pero mientras la sensación de caída libre se intensificaba, se dio cuenta de que algo no estaba bien: parecía que Nicolás no había extendido la mano para ayudarla.
—¡Ah!
Margot gritó con fuerza y rápidamente tuvo un encuentro íntimo con el suelo.
Pum.
Se estrelló pesadamente contra el piso, y además en una posición increíblemente patética. Margot sintió inmediatamente que todo su cuerpo estaba a punto de desarmarse —la caída había dolido muchísimo.
En ese momen