Gerard lleva a Luz a la parte bonita de Central Park, esa por donde puedes caminar sin tener que mirar a tu espalda, la lleva de la mano y ríen mientras piensan en una bella sorpresa para el cumpleaños de la princesa, que será en dos semanas.
Llegan a una parte en donde la gente usualmente se sienta a hacer cualquier cosa entretenida, buscan la sombra de un árbol y allí Gerard abraza a Luz, porque ha llegado el momento de hablar de aquella noche.
-Mi amor, ve a tu ritmo, si sientes que quieres parar o irte de aquí, solo tienes que decirlo.
-Gracias… - se mira las manos unos segundos y luego fija su vista al frente -. Aquella noche Rafael me dejó en la segunda planta de aquel lugar, porque se supone que los asistentes estarían más entretenidos con las chicas del lugar – sonríe con ironía -.
“Me asignó con tres chicos, Tony, Sean y Rickon… - ese &ua