El almuerzo se da tranquilo, en especial porque para Gerard tampoco pasó desapercibida esa mirada de Rafael a Evangeline y no siente que él sea ya un peligro en su relación con Luz. Es más está convencido que esta no será la última vez que Rafael venga a casa.
Pero lo que hará ahora tiene dos intenciones, facilitarle su vida amorosa y mantenerlo vigilado, mientras más lo conozca, mejor podrá determinar si tiene que ver con la distribución de drogas en los eventos que participa su agencia.
-Rafael, creo que eres alguien muy importante en la vida de mi mujer – Luz deja el vaso de jugo a medio camino y lo ve como si tuviera un tercer ojo -. Por eso, te digo que las puertas están abiertas para que vengas a visitarla cuando quieras.
-Gracias… - le dice Rafael extrañado de su actitud -. En verdad Luz es muy importante para mí, ella es especial y se merece sol