Luka:
Sabía a la perfección lo que intentaba hacer Alicia y por mucho que me sedujera la idea de quedarme todo el día en la cama haciéndole el amor a mi esposa, lo que tenía entre manos no me dejaría disfrutar del resto de mi vida mientras no lo resolviera y, sobre todo, me cobrara venganza.
‒ pero hay algo que debo hacer y no lo dejaré aunque me lo pidas
Tal vez esas palabras habían sido muy duras, pero necesitaba que ella entendiera que yo debía hacer lo que estaba a punto de ejecutar. Al salir, me estaba esperando el coche, cuando me subí a él estaba Renzo
‒ Buenos días Luka
‒ ¿Qué carajos Renzo?, te dije que cuidaras a Alicia
‒ La dejé con Gustavo, sabes que se haría matar antes de dejar que algo malo le suceda a ella
‒ Lo sé, pero te di una orden directa
‒ Una orden que, por primera vez desde que trabajo para ti, voy a desobedecer, si quieres puedes despedirme, pero no obedeceré
‒ Tampoco hay que ser tan melodramático – traté de quitarle tensión a la conversación – solo te lo ped