Capítulo
" La pequeña mamá gigante" (Parte I)
El consultorio de Nicolás se llenó de un silencio espeso mientras Naty sostenía el resultado en sus manos. Aunque ya lo sospechaba, verlo plasmado en palabras fue un golpe emocional difícil de procesar. Las lágrimas comenzaron a acumularse en sus ojos, una mezcla de emociones que no lograba descifrar: miedo, alegría, incertidumbre.
—¿Estás bien, Naty? —preguntó Nicolás con su voz serena, mientras se inclinaba un poco hacia adelante, mostrándole su apoyo.
Naty respiró hondo, pero su voz salió entrecortada.
—Positivo… Estoy embarazada.
Nicolás asintió con una leve sonrisa.
—Así es. Y, como sospechabas, esto no tiene nada que ver con la cerveza que tomaste. Por cierto, déjame decirte algo importante: a veces, como médicos, podemos identificar cada síntoma en nuestros pacientes, pero cuando se trata de nosotros mismos, solemos ser los últimos en notarlo.
La honestidad de sus palabras desarmó a Naty. Ella era una doctora experimentada,