Dos años atrás
Melisa
Terminé de hablar con papá; era urgente presentarnos en tres horas en la hacienda El Renacer. ¿Dónde se encontrará ese...? —Una mole de cuerpo corriendo impactó conmigo y al tener tacones e ir despistada guardando el celular, perdí el equilibrio y me fui de culo pal piso.
—¡Mierda, idiota!
—¿Melisa?
—¡No, la madre Teresa de Calcuta!
Se encontraba con su ropa mal puesta, ya imagino lo que estuvo haciendo. Hace dos años lo encontré en uno de los establos de El Comienzo. Quería montar un rato, había discutido con Luis Carlos. Deseaba desestresarme galopando. Y la sorpresa fue ver a Enrique penetrando a una de sus compañeras de universidad en los predios de mi rancho.
Era idéntico a Dante en la parte física, pero en personalidades esos cuatrillizos eran muy diferentes. El mayor de los Sandoval permanecía serio la mayor parte del día, pocas veces sonreía o, por lo menos, no lo hacía ante la gente, parece un halcón al acecho. En cambio, el segundo se reía todo el tiemp