"Búscalo tú mismo, Kyle, no voy a permitir que le hables así a mi Luna." Le advertí.
Él se quedó atónito, miró a Amelia, luego volteo a verme.
"Está bien, Leo. Le traeré un whisky, se nota que lo necesita." Intervino Amelia sonriendo. Pude ver que le preocupaba la situación y no se dejó afectar por el comentario de Kyle. Ella era todo un tesoro, pero que a Amelia no le afectaran las cosas no significaba que yo permitiría que alguien le faltara el respeto, cualquiera que tratara de meterse con ella tendría que enfrentarse a mí primero.
Amelia le trajo el whisky e hizo que se sentara en el sofá, luego fue a su antigua habitación y trajo una toalla húmeda que colocó sobre sus hombros, tras eso, vi cómo Kyle se relajaba, la miró y sonrió.
"Gracias, Luna." Le agradeció, me pregunté cómo supo que eso lo calmaría.
"¿Cómo lo supiste?" Le pregunté por el vínculo.
"Casi siempre viajaba en forma de lobo y llevaba mi ropa en la boca. Pero cuando veía un lago o un rio me metía, porque cuando corr