Un jardín super espectacular, una zona para parrillada y una pequeña alberca nos estaban esperando. Al abrir la puerta corrediza, salí y sentí como si hubiéramos entrado a otro mundo dentro de Lucland. No se sentía como la hacienda; era cálido y privado. Estaba maravillada con todo.Sylvester me guio por las habitaciones, mostrándome los cinco cuartos: una para Liam, otra para Harper y dos más para nuestros futuros hijos. Había pensado en todo, y todo lo que tenía que hacer era dar mi aprobación.
Por último, me llevó a la principal. Aunque no tan lujosa como la de la hacienda, estaba a la altura de la realeza. Al entrar juntos, Sylvester cerró la puerta y se acercó a mí, con una mirada llena de amor.
"¿Pensaste que no te escucharía?" me preguntó, mirándome a los ojos, y no supe qué responder. Me acarició la cara, y cerré los ojos para sentir su piel.
"Tamia, eres lo más importante para mí, y nunca pondré nada ni a nadie por encima de ti. Eres el centro de mi universo, el ancla que me ma