Al otro lado, un prolongado silencio.
El corazón de Aitana se fue enfriando lentamente.
Ya intuía la decisión de Damián.
De repente, sonrió levemente.
Claro, ella no era el amor de la vida de Damián, ¿cómo pudo pensar que él cambiaría de opinión por sus súplicas? Siempre había sido implacable con ella.
Finalmente, Damián habló en voz baja: —Aitana, lo siento.
Lía había intentado suicidarse y estaba grave. Solo Joaquín podía operarla.
Después de considerarlo detenidamente, Damián tomó su decisión y envió al estudiante de Joaquín.
Le hizo muchas promesas más a Aitana, pero ella ya no escuchaba nada. El teléfono se deslizó de su mano mientras su mundo entero se derrumbaba frente a ella. Resultaba que para Damián ella no significaba nada. Todos esos años de esfuerzo no valían nada frente a los encantos de una joven.
Aitana, qué mala suerte has tenido en el amor.
Este imprevisto tomó a todos por sorpresa. Alejandro, especialmente humillado, intervino personalmente para mantener las aparienc