La empleada se fue a la cocina.
Susana se cambió los zapatos y se dirigió al cuarto de los niños. Apenas llegó a la puerta escuchó la voz dulce e infantil de Jazmín:
—Escuché a mamá decir que el próximo año nos mudaremos a una casa grande. Papá, ¿te mudarás con nosotras? Los niños de mi clase, sus papás y mamás viven juntos, los papás de Elia y Mateo también viven juntos.
La voz de Lucas era muy baja, dijo algo que Susana no alcanzó a escuchar.
Ella empujó suavemente la puerta, con expresión tierna:
—Son las diez, ¿Jazmín aún no va a dormir?
Jazmín corrió hacia ella:
—Mamá, te estaba esperando.
Jazmín abrazó a su madre, con aspecto muy dependiente.
Lucas observó a la mujer vestida con falda negra profesional y una bufanda de Hermès, muy competente y elegante, aunque su rostro mostraba cierto cansancio, evidentemente por trabajar hasta tarde frecuentemente.
Frente a la niña, no se destrozaron mutuamente, mantuvieron las apariencias.
Susana tranquilizó a Jazmín y la cubrió con una mantit