Centro Médico San Martín. Un edificio pequeño independiente, donde solo estaba hospitalizado Damián como único paciente.
Damián seguía inconsciente, junto a su cama estaba sentada Lina, con el peinado despeinado y la ropa descuidada, obviamente había venido corriendo desde casa.
Lina se tapaba la boca para llorar, temiendo despertar a su hijo inconsciente, con miedo de causarle la más mínima molestia.
Hasta ahora, aún no podía aceptar las palabras de Milena.
Damián estaba enfermo.
Había olvidado muchas cosas, no recordaba a sus padres, no recordaba a sus hermanos, no recordaba a sus dos hijos, incluso había olvidado completamente a Aitana.
Tal vez algún día, hasta podría correr peligro de muerte.
Lina tenía un solo hijo, simplemente no podía soportar este golpe, las lágrimas de sus ojos no paraban de caer. Esperaba que su hijo despertara, que pudiera hablar, pero también temía que cuando despertara no los reconociera.
A un lado, toda la familia Uribe estaba presente.
Después de contarl