Me desperte sobresaltada, soltando un respiro de alivio. Dios mio… fue … fue tan real, aun estoy sudando y…maldita sea, estoy excitada.
Pero fue solo una pesadilla, sí. Solo fue eso.
Aun puedo sentir el miedo frio que me calo los huesos, la mirada furiosa de Sam, su decepción en sus ojos, ¿es esto acaso una advertencia? Si es asi, Sam me odiara para toda la vida.
Preferi sacar esas ideas de mi cabeza, tenia que tranquilizarme. Olivia ya estaba por pasar por mi.
Eran casi las ocho de la noche cuando Olivia tocó mi habitación, me habia sentado y estaba lista para salir. Mi miedo era volverme a dormir y volver a soñar aquello, no era correcto. Pero n podia negar las sensaciones que me hizo sentir, el deseo indescriptible, su perfecta y enorme polla…mierda, ya me excite.
—¿Isa?— escuche a Olivia. Entró y me miró a la cara arqueando una ceja— ¿que te…sucede?
—¿de que hablas? Estoy esperándote. —respondí con la vista perdida.
—Aja…¿y en qué estabas o en que estabas pensando que estás… son