Natalie puso su mejor cara de póker.
_ Bueno, al menos podrías dejar de tratarme como una enemiga _ dijo con pesar _ James, nos conocemos de niños prácticamente nos hemos criado juntos, hasta fuimos a la universidad.
James parpadeó y luego la miró fijamente.
_ No te trato como una enemiga, no lo eres _ hizo una pausa tratando de ser lo más sincero posible sin lastimarla _ Pero tampoco te considero una amiga. Natalie, no quiero actuar como si nada hubiese pasado y que tú de alguna manera, te hicieras alguna ilusión o que encuentres algo que no hay... y que en realidad nunca hubo.
Los ojos de Natalie se llenaron de lágrimas, no quería llorar así que tragó saliva y apretó sus puños buscando de alguna manera de decantar su frustración y su despecho en la fuerza que ejercían sus uñas contra las palmas de sus manos.
_ No digas eso James... nos hemos querido mucho _ sonrió tratando de mantener su compostura _ sé que fue así.
Él suspiró y asintió.
_ Si, es verdad. Guardo un cier