CAPÍTULO 171. La culpa que te arrastra a lo desconocido.
Capítulo 171
La culpa que te arrastra a lo desconocido.
Esa misma tarde, al otro lado de la ciudad, Carlos Herrera sonrió como quien contempla la pieza final encajando en un rompecabezas demasiado grande para la vista de los demás. No era una sonrisa alegre ni ostentosa: era la sonrisa fría de quien sabe que ha ganado la partida antes siquiera de mover la última ficha.
Sus dedos tamborilearon sobre la mesa de caoba; el despacho olía a papel viejo y a café amargo, y en la pantalla que tenía al frente, una imagen borrosa del hospital dondr estaba internada Teresa parecía confirmarle lo que ya sospechaba: las piezas estaban en su sitio.
—Ella hará lo que debe hacer —murmuró, más para sí que para los hombres que lo rodeaban—. No hay prisa. La prisa la traeré yo cuando me apetezca. Dejen que ella sola pruebe el fármaco, luego de eso, no habrá quien pueda detenerla.
A su lado, dos hombres de confianza, con trajes oscuros y mirada dura, esperaban órdenes como perros bien adiestrados. Carlos