CAPÍTULO 138. La traición descubierta.
Capítulo 138
La traición descubierta.
El espacio en el penthouse parecía más pequeño de lo habitual. El eco de los pasos se mezclaba con el zumbido de los equipos electrónicos y la respiración pesada de todos los presentes en el.
La presencia de Valeria en aquella amplia sala era como una sombra que oscurecía cada rincón, y aunque acababan de salvarla de un destino incierto, nadie podía ignorar la incomodidad que generaba su sola voz.
Teresa presionaba con un paño limpio la herida cerca de su sien, mientras que Julián preparaba gasas estériles. Valeria, sentada en el sillón reclinable, se quejaba en un tono que no encajaba con la gravedad de la situación.
—¡Ten cuidado! —protestó cuando Teresa apretó un poco más fuerte—. No quiero que me quede una cicatriz en la cara.
Teresa alzó la mirada, incrédula, y luego la apartó con rabia, aunque sin decir nada. Gabriel, que observaba desde un rincón con los brazos cruzados, no pudo contenerse.
—¿De verdad piensas en cicatrices cuando casi te