El calor de tras de su espalda ya no estaba, pero a cama hundida cerca de su cadera y el olor de las feromonas de lobo le indicaban que no estaba sola. Y como estarlo si podía sentir aquello moverse dentro de ella.-¿Ilayen que me estás haciendo mientras intento dormir?- gruñó ella con voz pastosa restregándose los ojos. Dio un bostezo e intentó moverse, pero la mano de él mantuvo su cadera en su lugar de lado.-Nada, preciosa, solo estoy limpiando el desastre que hay aquí atrás- había un deje de burla en sus palabras que la hizo fruncir el ceño.-Siento más que estás jugando con mi cuerpo.-Es que es imposible no hacerlo. Eres hermosa y tentadora- el lobo se inclinó y besó el borde de su cadera- podría estar besándote y tocándote todo el día.Asya se rio.-Pareces un lobo puberto con lo que dices- se acomodó más en la almohada. A quien mentía, ella se sentía realmente bien. Era la primera vez que podía despertar con esta sensación de ligereza, aunque su vientre se sentía pesado.Ilay
Asya se removió en la cama. Un grueso rayo de sol golpeó sus párpados y aunque no podía ver el calor se sentía sobre su piel delicada e hinchada de haber derramado lágrimas él día anterior. Estaba aturdida, cansada, y como no estarlo si el lobo detrás de ella la había estado torturando todo el tiempo hasta que ya no podía ni respirar. Puede sentir, esta vez, el peso del grueso brazo de él que cae sobre su cintura, la calidez de un cuerpo apretado contra su espalda que la hace sentir segura y como sino tuviera que preocuparse por nada en esta vida. Incluso olvidarse de su realidad. La respiración suave de él agotado por toda la actividad que habían tenido se sentía relajante. Incluso aplacaba la picazón incomoda de su marca.Sonrió imaginándose despertar así todos los días. No se sentía tan mal. Por el contrario, estar así al lado de alguien no importaba que no tuviera ningún título era gratificante. Ella era reina, vivía como tal, tenía un pabellón hermoso, lleno de lujos. Sus ropas e
Asya esta vez tira con más fuerza para quitar el brazo de él sobre su cuerpo. Ilayen no despertaría después de todo. Lo escuchaba gruñir, pero solo era una respuesta normal de su instinto. Él frunció el ceño cuando ella por fin logra hacer un hueco en su brazo y se deslizó hacia afuera de la cama cayendo con un golpe seco ya que sus piernas no tenían fuerza alguna. Estaban tan entumecidas que tras cambiar de posición comenzaron a picar y ella las golpeó levemente para ayudar a que la sangre circulara por ellas.Pudo escuchar como él se removía en la cama seguramente buscando el calor de ella, su cuerpo, pero ella no podía acostarse otra vez. Apretó los labios con frustración y palpó sobre la cama hasta encontrar la mano de él y entrelazar sus dedos.-No te preocupes mi mate, todo estará bien- las palabras de ella salieron en un suave susurro pero que al parecer funcionaron porque el semblante de él se volvió a tranquilizar y se quedó quieto. Asya aprovechó y se inclinó. Sus labios roz
Un baño no fue suficiente para limpiar todo lo que tenía Asya en su cuerpo y eso era sabido por ella. Podía sentir el olor de llayen saliendo de ella aun cuando se había cambiado de ropa y Lena perfumado su cabello. Ahora, sentada en el borde de la cama y apenas pudiendo desayunar por los nervios esperaba la llegada del alfa a su pabellón. No sabía a qué hora iría, pero a la que fuera sino estaba presentable tendría problemas.Pero ella… tenía sueño. Su cabeza estaba inclinada hacia adelante con los párpados pesados. Por un momento recordó la rutina que tenía cada vez que tenía sexo. Se llevó la mano al vientre donde aún estaba caliente. Su útero se sentía pensado debido a todas las veces que Ilayen la había llenado con su semen. Antes esta sensación le daba ganas de vomitar y hasta lo hacía hasta que no quedara nada dentro de él, pero ahora quería mantenerla lo más que pudiera por lo que solo pensó en el medicamento que tomaba y después lo descartó.Tal vez pasó una hora. Ella no sab
La pequeña loba que casi estaba a punto de cumplir 18 años corrió hacia su hermana y la abrazó. Asya le devolvió el abrazo sumamente preocupada. Que el alfa la hubiera mandado a buscar justo cuando ella estaba a punto de cumplir su mayoría de edad no pronosticaba nada bueno. Su cuerpo se tensó y sintió que debía proteger a su hermana, aun si tenía que enfrentarse al alfa, aunque era más fácil decirlo que hacerlo.-Ya sabes que tu hermana está aquí mi querida reina- Asya escuchó la voz del alfa que estaba cargada de…-¿Por qué mi hermana está aquí?- ella preguntó con cuidado.Byron alzó una ceja.-Pues quería que ella te visitara- él sonrió ampliamente- Y que te ayudara a cuidar al cachorro que vas a llevar en su barriga, así de simple.Los ojos de Asya se abrieron y brillaron, aunque no lo podían enfocar.-Alfa, sabe de lo que está hablando.Este se acercó a ellas haciendo que estas retrocedieran.-Claro que sé lo que habló. Estoy cansado de que todos estén diciendo que no tengo el va
Las manos de Ilayen se apretaban tanto que sus nudillos se habían vuelto blancos. Sus garras hasta dolían en sus palmas queriendo desenfundarse por completo-Si todo va bien será por muy poco tiempo- el lobo apretó los labios - ¿cuánto tiempo estuve durmiendo? Maldición debía haberme despertado antes, no es tiempo de estar descansando ¿Qué te ha informado ella?Seth se sentó en la cama frente a él.-la verdad es que todos estábamos preocupados porque… usted estuvo dormido por dos días. Por el tiempo y después de tener relaciones supuse que usted pudo haber tenido aún tipo de celo, quizás el primero por eso su etapa de letargo duró tanto.El semblante de Ilayen casi palideció. Dos días, dos días completamente ido, cuando… cuando…-Pero es un alivio que ya esté despierto. Kate tiene todo preparado, esta noche donde el alfa la convocará pondrá en marcha el inicio del plan. Despertó a tiempo porque lo demás está listo para llevar a cabo el plan.Ilayen asintió con la cabeza apretándose el
Lena caminaba sumisa en sus pensamientos de un lado a otro sin un sentido fijo. Su rostro estaba sombrío y miraba sus pies con cada paso que daba. Sentía su pecho abatido y el puchero en sus labios cada vez se hacía mayor, pero su expresión se iluminó de pronto al escuchar unos pasos detrás de ella y reconocer ese olor.Al momento se giró mirando la figura alta y esbelta que avanzaba hacia ella amarrándose el cinturón cubriendo el torso desnudo que era más amplio y definido de lo que muchos recordaban tras él irse. Se quedó sin aliento. Antes lo había podido ver de reojo durante el banquete, pero no por mucho ya que a la mayoría de los esclavos no se les permitía estar mucho tiempo adentro. Pero ahora, mientras más se acercaba podía divisar todo lo que había cambiado y se veía realmente guapo. Tenían aún esa aura de lobo joven, pero con un cuerpo más desarrollado y adulto. Inconscientemente se relamió los labios.Fue entonces que su mirada captó entonces las ligeras marcas de besos y
Asya salió del estudio del alfa al menos una hora más tarde y estaba pálida. Tanto que sus ojos nublados casi parecían brillar. A su lado y caminando aguantándola del brazo se encontraba su hermana. Esta no parecía estar en mejor condición. Más bien, las dos podían estar juntas, pero estar junto al alfa las había drenado por completo, y Sarya no podía dejar de pensar que desde el momento en que los guardias se habían aparecido en la puerta de su casa, agarrado de los brazos sin dejarle protestar y llevaba hasta donde estaba el alfa, algo no iba a estar bien. Y no se equivocó. Ahora ambas estaban en una delicada situación.Lena fue hacia ellas, pero tres guardias le cortaron el camino impidiéndoles acercarse.-Las llevaremos al pabellón y allí esperaran hasta que el alfa las llame de nuevo.Sarya, sujetando con más fuerza a Asya se apretó a ella y les gruñó cuando los soldados extendieron sus manos hacia ellas, pero el gruñido de Asya fue más fuerte.-No se atrevan a tocarnos- normalme